La
variación musical es quizás, junto a la repetición, el procedimiento
compositivo más antiguo. De hecho, el equilibrio en una composición se basa
en la adecuada proporción entre la repetición de ideas musicales y la
variación de las mismas. Incluso, antes de la aparición de la polifonía, la
variación ya era una técnica utilizada en la composición. No
obstante, sería a partir del Renacimiento cuando este procedimiento
compositivo sería ampliamente utilizado, muy especialmente en la música
instrumental. El siglo XVIII consolidó el tema con variaciones como una pieza
musical con entidad propia, a menudo como parte de una obra mayor. Mozart y
Beethoven demostraron su ingenio en esta técnica de composición. Aunque
la variación musical puede encontrarse en un sinfín de formas musicales,
veremos a continuación dos de ellas en las que este procedimiento compositivo
es su propia esencia, o sea, que están basadas en la técnica de la variación
desde el principio hasta el final de la obra. |