Ewa Podles |
La
más grave de las voces femeninas es la de contralto. Tanto por la posibilidad
de su registro grave, como en general por su timbre, suele ser una voz aterciopelada
a la que habitualmente se le asignan papeles operísticos de dramatismo o de
melancolía, y que por tanto aporta un contraste con respecto a la voz de
soprano tanto en el aspecto tímbrico como en lo que se refiere al carácter de
los personajes.
Aunque
como voz solista no es ésta una voz tan solicitada como otras más agudas, sí
resulta ser una voz fundamental en la música coral, pues por su tesitura
intermedia contribuye a que la sonoridad armónica de estos grupos vocales
resulte completa.