|
|
El clave es un instrumento de teclado muy
antiguo que ha sufrido una evolución a lo largo de la historia, así como ha
habido diversas variantes del mismo. Las denominaciones clave, clavecín o
clavicémbalo suelen hacer referencia al mismo instrumento, así como existían
versiones reducidas de éste como el virginal o la espineta. La característica
en todos ellos era que el sonido se producía porque, al pulsar una tecla, se
activaba un mecanismo que hacía pulsar una cuerda mediante una púa, con lo cual
se provocaba la vibración. Algunos tenían un sólo teclado, pero otros podían
tener hasta dos, cada uno de ellos con un sonido algo diferente en timbre e
incluso en intensidad.
Los claves antiguos eran, además de
instrumentos, muebles de gran belleza decorativa que solían formar parte del
lujoso mobiliario de casas de la nobleza o de la alta burguesía. Al igual que sucedía
con los constructores de violines, también existían constructores de clavecines
que adquirieron una enorme fama y prestigio por toda Europa entre los siglos
XVI y XVIII.
El clave ha sido el gran instrumento solista
antes de la aparición del piano, como instrumento polifónico que es. Por ello
existe un amplio repertorio de obras para él en estilos renacentista y barroco.
Además, en estas épocas la intervención del clave junto a otros instrumentos
también era habitual, tanto en música de cámara como en las primeras orquestas
barrocas que surgieron.