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En pleno Romanticismo la plantilla de la orquesta
sinfónica aumenta de manera notable. En cuanto a los instrumentos de viento
madera se refiere, éstos pasan de ser dos a ser tres de cada tipo. Además, lo
habitual es que uno de esos tres instrumentos de cada especie sea de diferente
tesitura. Así, entre las tres flautas, una suele hacer de flautín aunque sea de
manera ocasional. De los tres clarinetes, uno suele ser clarinete bajo, y a
veces también se emplea el clarinete en mi bemol (requinto). De los tres oboes,
uno también suele tocar con corno inglés, así como entre los fagotes uno de
ellos es contrafagot.
En cuanto a los instrumentos de viento metal, también
aumenta el número de éstos. Las trompas suelen ser cuatro de manera fija. Al
menos dos trompetas son habituales en esta orquesta, así como los trombones y
la tuba se incorporan definitivamente como instrumentos permanentes en la
orquesta. La cuerda también aumenta sus dimensione, y además de timbales, se
emplean diversos instrumentos de percusión para determinadas ocasiones. El arpa
se incorpora a veces en esta plantilla, así como diversos instrumentos de
teclado pueden aparecer en algunas obras, tales como piano, celesta u órgano.