INTRODUCCIÓN
Al
terminar la Edad Media, con el inicio del Renacimiento, una nueva forma de
vivir y de pensar empezó a difundirse por toda Europa. Si durante la Edad Media
todo el pensamiento y buena parte de la forma de vivir giraba en torno a Dios y
a la Iglesia, a partir del siglo XV el humanismo supuso considerar al hombre
como centro de atención en todas las actividades: el arte, la política, la
ciencia, los edificios, etc. La palabra “Renacimiento” significa “renacer”. Y
lo que en esta época renace es un nuevo interés por la cultura de la Antigüedad
Clásica, es decir, la de la antigua Grecia y del antiguo Imperio Romano; una
cultura que durante mil años había quedado en buena parte escondida durante la
Edad Media, y que ahora renace con gran esplendor.
Desde el punto de vista artístico, el
Renacimiento es uno de los periodos más ricos e importantes de la Historia.
Comenzó en el siglo XV y se extendió durante todo el siglo XVI. Importantes
construcciones (iglesias y palacios) muestran lo grande que fue esta época para
el arte. También pinturas y grandes obras literarias nos dan idea del esplendor
de este tiempo. Podemos observar cómo las pinturas y esculturas del Renacimiento
no son siempre religiosas, sino que la mitología griega y romana fue uno de los
temas preferidos por los artistas de ese periodo. Estas pinturas serían
impensables en la Edad Media, donde lo no religioso estaba prácticamente
prohibido, incluso era perseguido.